Hola !

En la serie "Beauty Fact Check", desciframos contigo el mundo de la belleza. El tema del día: ¡desodorantes! Escuchamos mucha controversia y queríamos escribir un artículo para brindarle información sobre los ingredientes de los desodorantes y antitranspirantes que se encuentran en el mercado.

¿Cómo y por qué sudamos y tenemos malos olores?

En primer lugar, el sudor es secretado por dos tipos de glándulas: encontramos las glándulas sudoríparas ecrinas en todo el cuerpo, que nos permiten termorregularnos : en otras palabras, ¡permiten que cuando tenemos calor refresquemos nuestro cuerpo!

Luego, las glándulas sudoríparas apocrinas se encuentran principalmente en las axilas, las mamas y el pubis. La secreción de esta glándula no aparece hasta la pubertad. Es estimulado por emociones como el miedo o la excitación sexual. ¡Viva la pubertad!  

Nuestras pequeñas glándulas sudoríparas secretan sudor que se compone principalmente de agua , sales minerales y materia orgánica .

El olor proviene de la descomposición de la materia orgánica provocada por las bacterias que naturalmente tenemos en la superficie de la piel. Y si ! Nuestra piel está protegida por una flora bacteriana que proporciona una barrera a las bacterias patógenas y previene la inflamación de la piel.

El sudor apocrino es más rico en compuestos orgánicos, y esto es lo que hace que el olor sea más marcado en las axilas, las mamas y la zona púbica.

Por lo tanto, el sudor está relacionado con malos olores y humedades que pueden ser muy desagradables para uno mismo y para los demás… La imagen del sudor está, por lo tanto, directamente asociada con una higiene descuidada. Lo que está mal, ¡estos son solo mecanismos naturales de nuestro cuerpo! Pero para luchar contra sus inconvenientes, existen antitranspirantes y desodorantes.

¿Cómo trabajan?

Los antitranspirantes están destinados a prevenir la secreción de sudor y, por lo tanto, a evitar los malos olores. ¡Están compuestos de sales de aluminio que permiten este fenómeno!

Las sales de aluminio son más comunes en forma de clorhidrato de aluminio. Se encuentran muy a menudo en los antitranspirantes del mercado cosmético. Tienen una acción astringente y por lo tanto permiten estrechar el diámetro de los poros , lo que reduce el flujo de sudor. También tienen una capacidad bactericida que elimina las bacterias de la flora cutánea, para evitar los malos olores.

A pesar de su muy alta eficiencia, son controvertidos. De hecho, se les señala como capaces de promover la aparición de cáncer de mama y provocar efectos indeseables como eczemas e irritaciones .

Desafortunadamente aún no existe un consenso entre las diversas organizaciones de salud sobre los peligros de las sales de aluminio en la salud de los consumidores...

No obstante, hay que tener en cuenta ciertas precauciones: en particular, se recomienda encarecidamente no usarlos en pieles dañadas o afeitadas porque sí pueden ser absorbidos más fácilmente por la piel y acabar en la sangre.

También es mejor no usar antitranspirante antes de una sesión deportiva o esfuerzo físico. De hecho, el hecho de que obstruya los poros impide el paso de la transpiración y no permite que el cuerpo regule su temperatura como debería. 

Los desodorantes solo están destinados a prevenir los malos olores, pero no evitan que se segregue el sudor. Están compuestos por activos antisépticos que permiten la eliminación de bacterias. Los compuestos antisépticos más utilizados son el triclosán, la etilhexilglicerina y el metilfenilbutanol.

Por tanto, no eliminan ni reducen en modo alguno la producción de sudor.

Como resultado, las sensaciones de incomodidad debido a la humedad y las huellas en la ropa siguen siendo las mismas. Además, el uso de activos antisépticos puede provocar resistencias bacterianas que pueden hacerlos menos efectivos.

También pueden ser una fuente de irritación porque son menos tolerados.

Pero entonces, ¿qué se puede utilizar sin correr el riesgo de efectos adversos?